Hoy en día disponemos de suficiente evidencia que pone de manifiesto que las verduras juegan un papel fundamental en el mantenimiento y la mejora de la salud humana.
Así como en la prevención de numerosas enfermedades. Ya hablamos de esto en otros artículos como:
- Alimentación vegetariana I, (II), (III).
- Redefiniendo la salud.
- Recordatorios de hábitos saludables.
- Estrategias de prevención de la obesidad infantil y juvenil.
Pero para los más escépticos, os recomiendo la siguiente lectura de Julio Basulto y Juanjo Cáceres: Más vegetales, menos animales. No os dejará indiferentes.
Los beneficios del consumo de vegetales vienen por varios motivos, por un lado, porque aportan nutrientes elementales para nuestro correcto desarrollo, principalmente vitaminas hidrosolubles y minerales, y por otro lado, porque no ingerimos otro tipo de alimentos procesados, y que sabemos que son perjudiciales para nuestra salud.
Es decir, el consumo de fruta y verdura desplaza el consumo de alimentos menos saludables.
Y es que, si comer saludable es tan sencillo, ¿por qué hay tanta obsesión y publicidad porque consumamos productos azucarados, alcohol, grasas trans, o grasas saturadas de origen animal?
La respuesta es compleja hasta el punto en el que se chocan y colisionan frontalmente los intereses de dos equipos.
Por un lado el sistema sanitario (incluyendo a profesionales y científicos como Julio, Juanjo o Pablo, que se encargan de concienciar y educar a la población y tomar decisiones responsables e informadas) y por otro lado los lobbies y las grandes empresas que venden estos productos (azucarados, bollería, chocolate, alcohol, vino…), multinacionales que no se encargan de velar por la salud del consumidor, sino por aumentar su margen de beneficios. A cualquier precio.
Y lo peor de todo es que los tentáculos de la industria alimentaria se extienden a sociedades científicas, Fundaciones, y otras organizaciones que complican que consigamos los objetivos de prevención primaria de enfermedades relacionadas con la alimentación.
Lean este informe de VSF si no me creen.
Aquí es donde debería entrar en juego algún responsable político, a ser posible del Ministerio de Sanidad, que regule un poco este cúmulo de despropósitos, el descontrol publicitario al que estamos siendo sometidos, y en definitiva, hagan políticas que favorezcan elecciones saludables de los consumidores, y no lo dejen en manos de Nestlé, Danone, u otras empresas del sector.
Hay muchas políticas que se ha visto que funcionan, por favor, hagan algo.
Nosotros desde la consulta, podemos propiciar muchos cambios saludables en la población, pero es muy difícil si jugamos siempre fuera de casa: en el ambiente obesogénico en el que se levanta cada día la sociedad española.
Sí, podemos recomendar tomar más fruta y verdura:
- ¡Tome una ración de verdura en la comida, y otra en la cena! ¡Raciones considerables, no guarniciones!
Y lo hacemos; pero si luego tienen en la tele, en el frigo, en el cine, con sus compañeros o amigos, alternativas antagónicas, es realmente complicado ver cambios a nivel “macroeconómico”, como le gusta emplear a ciertos políticos. Y permítanme el símil, o sustitúyanlo si lo prefieren por nutrición comunitaria, o población general.
¡Mañana es tarde!
Como consumidor también está en tu mano tomar decisiones informadas.
Ya no vale eso de «hay que comer de todo.»
La fruta y la verdura es mucho más saludable que los alimentos ultraprocesados.
Recuerda que en última instancia TÚ eres el responsable de tu salud.
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