Carta a los Reyes Magos

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Queridos Reyes Magos,

Hace bastantes, tantos años, que no recuerdo la última vez que os escribí, creo que fue un poco antes de Navidad, pero bueno, espero que os vaya todo bien, y que no os hayan subido mucho los impuestos reales en Oriente, porque aquí la verdad es que nos siguen apretando demasiado el cinturón, pero bueno, supongo que a los Reyes, os cuidarán un poquito más, como en todos lados.

El caso es que pese a que no sean fechas comerciales para escribiros, quería haceros llegar mis inquietudes (y mis deseos para el día 6 por supuesto) pues este año me siento cargado de un inusitado espíritu navideño, aunque estemos en época estival.

Bueno, sin andarme por las ramas, lo que me gustaría es que mi próximo libro, el de Hábitos saludables, tuviera una buena acogida en las librerías, me consta, de buena tinta, que llevan años pasándolo mal por falta de inquietudes literarias entre la población.

Ya sé que es complicado, que la gente ya no compra libros, y además, que a los autores menos conocidos no se lo ponen fácil, pero me gustaría, por varias razones.

La primera, es que creo que es muy necesario el libro. Hay una pandemia más peligrosa que cualquier virus, que es la de las enfermedades crónicas no transmisibles, como la obesidad, la diabetes, el cáncer o la hipertensión, que como sabréis, causan muchas muertes en el mundo, sobretodo en el Capitalista, el de la opulencia, la cara mala del mundo (como diría Pau Donés).

Mejorar nuestros hábitos es necesario, por nuestra salud y la del resto de seres que habitan los ecosistemas del planeta. Y respecto a esto, en el libro, digamos que tengo algo que aportar.

La segunda, y esta conlleva una contradicción importante (pues voy a distribuir el libro también por Amazon), es que me gustaría vender dichos libros (insisto: preferentemente en librerías), para tener la libertad de dedicarme a lo que plenamente me realiza, que son principalmente 5 cosas: seguir escribiendo, investigando y colaborando con mis colegas científicos de Red NuBE y otros proyectos de investigación, (que por cierto, a los científicos nos cuidan bastante poco, y en demasiadas ocasiones la investigación tiene mucho más carácter altruista del que deberíamos aceptar); la segunda tarea a la que me gustaría dedicarle tiempo es a leer y a seguir formándome por supuesto; encontrar un sitio tranquilo, cerca del campo y la Naturaleza para poder cultivar mis hortalizas y estar en contacto con el medio ambiente (a lo Thoreau en Walden, pero con placas solares).

El tercer motivo, es que también me gustaría, si no es mucho pedir, tener una jornada laboral más reducida, que me permita sacar algo de tiempo también para mis aficiones y pasar el tiempo con la gente que amo, y con la gente con la que quiero compartir mi tiempo, que es algo que antes se podía hacer, pero ahora, con la reforma laboral y la precariedad que ocasionó, se ha complicado mucho. El cuarto motivo, es que me gustaría disponer de ese tiempo para sacar, al menos, un par de libros al año en la nueva colección sobre salud en la que estoy inmerso (ahora la verdad es que me apetece escribir más ensayo que poesía) seguramente por leer a autores como los dos cracks que aparecen conmigo en el libro de hábitos saludables, o a otros muchos autores que admiro, como Jorge Riechmann, o los editoriales de Eduard Baladía y Rodrigo en la Revista Española de Nutrición Humana y Dietética, bueno editoriales, revisiones sistemáticas, …todo.

Y del quinto motivo, no me acuerdo, creo que eran cuatro. O bueno, sí: emancipar el espíritu crítico de la gente para que aprendan a pensar con propiedad y no acepten a pies juntillas lo que ven por la tele. Eso, creo, es importante.

Además de mis pretensiones literarias, me gustaría pediros algunas cosas más (aprovecho, pues no sé cuándo volveré a escribiros, que correos se ha subido a la parra con los sellos también):

– Que disminuya el voto de los partidos de extrema derecha, que limitan los derechos de personas por el simple hecho de haber nacido en la parte buena (o mala, según criterios) del mundo. Hay quien piensa que tenemos cosas que enseñar al continente Africano, yo discrepo y creo que tenemos mucho que aprender de las gentes de África, principalmente respecto a valores.

– Que se fomente la actividad física, y el derecho a una alimentación sana y suficiente para todo el mundo. Antes pedía la paz en el mundo, pero sin comida en el estómago, este deseo carece de sentido.

– La paz en el mundo, y el desarme, la desmilitarización, el decrecimiento en el sentido que entiende Carlos Taibo.

– Si no encontráis lo de la paz en el mundo porque se ha agotado en las grandes superficies, boicotear a las empresas armamentísticas y aquellas que explotan los recursos naturales sembrando la semilla de la responsabilidad individual entre vuestros feligreses, por favor.

Esto creo que de momento, es todo lo que deseo para esta Navidad de 2021. Muchas gracias, y os ruego por favor, que no traigáis mucho carbón (ni dulce, que tiene mucho azúcar, ni combustible fósil, que contamina una barbaridad).

Atte. Luis Aguilar Salmerón

En Albacete, 1 de Agosto de 2020.

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