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La teoría a estas alturas la conocemos la mayoría. Pero ¿qué estrategias pueden mejorar la calidad de nuestra dieta?
Veamos algunos consejos sencillos que pueden hacer que nuestra dieta sea un estilo de vida más saludable.
Planificar la lista de la compra
Hacer una lista cerrada nos ayudará a pensar qué necesitamos, y hará obligatoria la reflexión dietética. Aunque no conozcamos cómo elaboraremos los alimentos; que la lista tenga frutas, verduras, legumbres, frutos secos, aceite de oliva y otras grasas saludables es un buen comienzo. Ya veremos luego qué platos elaboramos.
Poner frutas y alimentos saludables a la vista
Un frutero en la entrada lleno de fruta de temporada, y otro en la cocina y el salón, son estímulos interesantes para consumir este alimento tan saludable. También puedes poner a mano frutos secos, cereales integrales, frutas desecadas…
No comprar ultraprocesados, bollería, snacks ni embutidos
Si no compramos este tipo de alimentos, es más difícil consumirlos. No es imposible, pues socialmente están demasiado normalizados, pero es un comienzo.
Practica actividad física
Esta recomendación es vital. Mantener un estilo de vida activo va a propiciar que tus elecciones sean más saludables. ¿No te lo crees?
Proponte objetivos saludables
Tú te conoces mejor que nadie.
¿Qué te gustaría conseguir?
Proponte objetivos realistas e intenta conseguirlos. Querer es poder.
Hay otras muchas estrategias que te pueden ayudar a conseguir tus objetivos de salud. Seguro que con un poco de reflexión consigues llegar a ellos.
Feliz semana.