Estos tiempos que corren, son igual o más peligrosos los alimentos insanos que los saludables.
Últimamente está aumentando trágicamente el consumo de alimentos deletéreos en detrimento de frutas, verduras y hortalizas.
En esta entrada, reflexionaremos sobre las galletas.
Desde un punto de vista nutricional, este alimento contiene grandes cantidades de energía, proveniente en su mayor parte de los azúcares y las grasas.
Aunque están hechas a base de cereales, como pueden ser el trigo, el centeno o la avena, las harinas de estos cereales suelen estar refinadas, por lo que se pierde un nutriente clave de los cereales: la fibra.
Además, la adición de azúcares y otras sustancias (como las grasas hidrogenadas por destacar otras de las más perjudiciales, también conocidas como grasas trans) le otorgan a las galletas el podio en la pirámide alimentaria; o por decirlo de otra manera, están dentro de los alimentos menos recomendables, junto a bollería, refrescos, dulces, chucherías…
¿Esto contrasta con los anuncios de la tele?
Sí, pero no olvidemos que la finalidad de la publicidad no es cuidar nuestra salud, sino vender.
A veces a cualquier precio, captando la atención de las poblaciones más susceptibles, y sobre las que el consumo de estos alimentos además puede tener las peores consecuencias: como es el caso de los niños.
Las galletas son malas, pero también es verdad que no todas las galletas son iguales.
Me explico, dentro de las galletas, como decíamos antes, los ingredientes más peligrosos son el azúcar, las grasas y por consecuencia, la elevada energía que nos aportan. Generalmente rondan las 500 o 600 kcal por cada 100 g.
Sabiendo esto, y en el caso de que no podamos vivir sin galletas, ¿qué galletas conviene comprar?
Pues la respuesta sería:
Aquellas que aporten menos energía, menos azúcares, menos grasas trans (o hidrogenadas), y a su vez contengan cereales integrales y un elevado contenido en fibra.
Si la galleta contiene cacao, este es conveniente que sea lo más puro posible (70-90%), ya que aunque el sabor sea más amargo, los beneficios antioxidantes del cacao se pierden conforme disminuye la pureza de este.
No os dejéis guiar por la etiqueta diet, o similares, pues lo que importa es la composición y los ingredientes del alimento.
Conclusión
Y por supuesto, evitar consumirlas o consumirlas muy ocasionalmente, pues el valor nutricional de las galletas comparadas con otros alimentos, es muy inferior, así como los beneficios que nos aportan a nuestra salud.
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