La actividad física incide positivamente en la condición física del individuo sano o con problemas psicomotrices, en la disminución del sedentarismo, el estado de ánimo y las conductas sociales, entre otros. Por ello, se considera una estrategia preventiva y altamente efectiva para mejorar diversos indicadores de salud (Obando et al., 2017).
Hablaremos de algunos beneficios que podemos conseguir fomentando la actividad física y otros hábitos saludables desde el entorno de trabajo, o nuestra empresa saludable, ya que todo el tiempo semanal que pasamos en el trabajo, puede ser un aliado para fomentar un estilo de vida más activo y sano.
Diversos estudios han demostrado la efectividad y la importancia de la actividad física para mantener y mejorar la salud, y entre sus beneficios podemos destacar una disminución del riesgo cardiovascular y de padecer enfermedades no transmisibles, y en el ámbito psicológico, reduciendo el estrés, y mejorando el estado de ánimo y la salud mental.
También se han identificado factores que refuerzan la práctica de actividad física de alta intensidad, como no fumar o un buen estado de salud emocional. Por lo que muchos de los hábitos saludables se refuerzan entre sí.
Algunos estudios han encontrado que los jóvenes, y personas con mayor formación, suelen realizar más actividad física en su tiempo libre. La formación en hábitos saludables y conocer la importancia de realizar actividad física para mantener un correcto estado de salud, es imprescindible tanto dentro como fuera de la empresa.
El papel de la actividad física en el entorno laboral, será primordial en contextos de trabajo sedentarios, como los de oficina y ofimática, ya que este tipo de trabajos no aportan beneficios a nuestra salud por ser de una intensidad muy baja. Sí obtendrán beneficios derivados de la actividad física y su labor profesional otros trabajadores más activos como albañiles, carteros, repartidores en bicicleta, o transportistas…
En trabajos sedentarios, planificar el ocio y el tiempo libre para gozar de unos mínimos de salud derivados de la actividad física, va a ser fundamental para mantener la salud de los trabajadores así como de su empresa, pues el sedentarismo supone uno de los principales factores de riesgo en muertes prematuras y evitables, junto con el tabaquismo, el consumo de alcohol y la mala alimentación. Y para la empresa, una mala salud de sus empleados, también supone una mala noticia en términos de rendimiento (bajas, absentismo, pérdida de efectividad…).
El estilo de vida sedentario, aunque relativamente moderno, tiene una importancia de tal magnitud en la salud que la OMS estima que es la cuarta causa de mortalidad en el mundo, e influye de una manera importante en la carga mundial de morbilidad. ¿Sabías que a mayor número de horas sentado, parece que aumenta la asociación con el riesgo de mortalidad? Afortunadamente lo puedes contrarrestar entrenando al acabar la jornada y planteándote otros cambios en tu estilo de vida.
Por lo tanto, más que una asignatura optativa para las empresas, la formación en hábitos saludables, y especialmente aquella relativa al ejercicio físico, en sus diferentes manifestaciones y modalidades, es una asignatura obligatoria.