Os voy a hablar de un hábito saludable, para variar un poco.
Y no es que sea un gran descubrimiento, ni que sea el primero en recomendar huir de “el método”; ya sea para adelgazar, el método para escribir un bestseller en dos meses, o el método para conseguir unos glúteos de acero galvanizado.
Pero la realidad es que si nos dejamos seducir por estos métodos que nos prometen grandes resultados con poco esfuerzo, seguramente fracasemos, y nos desmotivemos. Por eso es importante entrenar un adecuado pensamiento y espíritu crítico que nos prevenga de las garras del marketing, o de vendedores sin escrúpulos que no tienen inconveniente en jugar con la salud, la motivación o la ilusión de la gente.
Y es que es el principal motivo de que sigan existiendo libros y dietas con el método Whatever (o lo que sea), es que se venden muy bien y la gente los compra, pues deseamos creer que lo que nos venden es cierto. Pero lamentablemente, este tipo de métodos suelen fracasar porque son fórmulas genéricas, la antítesis a toda individualización (que es donde suele residir el éxito de muchos tratamientos relacionados con la salud), o son ganchos que atraen la atención de lectores curiosos por el tema, y crédulos, por lo general. O nos cuentan que en realidad no necesitamos invertir mucho tiempo ni esfuerzo en conseguir nuestro objetivo, cuando normalmente, la dedicación y el tesón, están MUY directamente relacionados con la consecución de los objetivos.
Vamos a utilizar algunos campos que son muy susceptibles de caer en estas estrategias de marketing, para comentar por qué debemos alejarnos de estos “métodos”.
Pseudociencias
Este es el cajón desastre y el caldo de cultivo ideal para los métodos más descabellados y alocados.
Cualquier libro, cualquier propuesta divulgativa sobre salud, debe de tener un enfoque basado en la evidencia y en lo que dice la ciencia. Por lo que no deberíamos seguir confiando o leyendo cualquier cosa que no encaje en estos preceptos, o que no aporte las referencias adecuadas para poder contrastarlas y realizar una lectura crítica de las mismas.
Si no hacemos caso a nuestro espíritu crítico y escéptico, podemos encontrarnos métodos basados en rituales ancestrales, que en algunos casos, pueden estar incluso tipificados como delitos en el código penal.
Podemos incluir aquí métodos basados en la homeopatía, el horóscopo o el tarot, conversaciones con druidas, el método para leer los posos del té y otras metilxantinas, u otras pseudociencias.
Dietas milagro
Allá por 2012, varios compañeros escribieron sobre ¿Cómo identificar un producto, un método o una dieta “milagro”?
En la Tabla 3. Características de las dietas fraudulentas o de los métodos fraudulentos, podemos leer que estas dietas se caracterizan por que:
– Prometen resultados rápidos.
– Prometen resultados asombrosos o «mágicos” (Ej.: “cura milagrosa”, «ingrediente secreto», «antiguo remedio”, «punto de estimulación del hambre», «termogénesis» etc.).
– Prohíben el consumo de un alimento o grupo de alimentos.
-Contienen afirmaciones que contradicen a colectivos sanitarios de reputación reconocida.
– Incluyen relatos, historias o testimonios, sin documentar, para aportar credibilidad.
– Se pueden auto-administrar o implementar sin la participación de profesionales sanitarios cualificados (“hágalo usted mismo”).
– Contienen listados de alimentos buenos y malos.
– Exageran o distorsionan la realidad científica de un nutriente o alimento.
– Incluyen o se basan en el consumo de preparados que vende quien promueve el tratamiento dietético.
– Los preparados a consumir (productos dietéticos o similares) tienen un coste muy elevado si los comparamos con el valor económico de obtener los mismos resultados comiendo alimentos comunes.
– Garantizan los resultados o prometen “devolver el dinero” si no funciona.
– Afirmaciones que sugieren que el producto es seguro, ya que es «natural».
– Suelen desligarse de los posibles efectos adversos de su uso con frases parecidas a: “el autor o el fabricante no se responsabiliza de…”.
– Conclusiones simplistas extraídas de un estudio científico complejo.
– Recomendaciones basadas en un único estudio, o en estudios realizados con pocas personas (muestra no representativa), seguidas durante un breve espacio de tiempo (suelen acompañarse de frases como «descubrimiento científico»).
– Recomendaciones basadas en varios estudios realizados en animales o en modelos celulares (in vitro).
– Recomendaciones basadas en estudios sin revisión por pares (peer reviewed).
– Recomendaciones a partir de estudios que ignoran diferencias entre individuos o grupos.
Y es que muchas de las características que proponen los autores para identificar dietas milagro, son extensibles a otros métodos que sirven para diversos fines no dietéticos, pero que tienen el común denominador de ser tretas y embustes, o medias verdades con el fin de vender un producto o un servicio.
Métodos de entrenamiento
Al igual que la dieta, el entrenamiento se debe individualizar al máximo para asegurar un adecuado estado de salud y conseguir los objetivos propuestos.
Si nos dejamos llevar por el método del influencer de turno (por muchas abdominales forjadas a fuego que tenga) seguramente fracasemos en nuestro empeño. Los motivos más comunes son:
– Aumento considerable del riesgo de lesión al no tener en cuenta las características individuales de cada persona. Además, la lesión se asocia al sedentarismo y al aumento de peso.
– La progresión y prescripción del entrenamiento no es adecuada.
– Pasar por alto patologías u otras circunstancias que interfieren en el entrenamiento deportivo.
– Desmotivación y abandono. Baja adherencia (porque nos creíamos que lo conseguiríamos antes, porque no se trabaja el aspecto motivacional, etc.)
– El entrenamiento no es posible o realista. No se adapta al material del que dispone el usuario o a las instalaciones.
– Requiere un conocimiento técnico elevado o experiencia previa para desarrollar los ejercicios con seguridad.
Por todo esto, si queremos entrenar con seguridad y conseguir nuestros objetivos recomendamos hasta la saciedad confiar en un profesional que valore todos estos aspectos. Cosa que el método de turno, no tendrá en cuenta o no será capaz de supervisar.
Escribe un bestseller en dos meses
Antes de ayer vi por las redes un libro que se titulaba parecido. Mil palabras al día y en dos meses lo tienes. ¿En serio?
Os voy a confesar lo que pienso sobre la escritura: los mejores libros salen a fuego lento (como las legumbres). Y es que si eres capaz de escribir un buen libro en tres meses, no creo que necesites un libro. Al menos no un libro para esto.
Yo soy de los que prefiere disfrutar de la labor creativa y la escritura con la lectura tranquila. Compaginarla con buenas fuentes, artículos, libros… Dormir con 7 o 12 libros en el cabecero de la cama, ensayos sobre salud, Libros de la Catarata, poesía de la Generación del 27…
Mi primer libro, El Hapkido en el marco de la Educación física escolar, comencé a escribirlo allá por tercero de carrera (2010), que fue cuando surgió la idea y el primer índice. Se publicó en 2018.
Poemas de juventud recoge 9 o 10 años de poesía.
Y las primeras notas y referencias de hábitos saludables, datan de 2016 y 2017.
Es cierto que si nos dedicamos plenamente se puede escribir en menos tiempo, pero insisto, y esto es un consejo y una apreciación personal: hay cosas que requieren y merecen su tiempo.
Espero que os haya gustado el artículo. Y sirva para tener siempre a mano un par de cosas: el valor de la Salud como rumbo, y el filtro de un pensamiento crítico como capitán y asesor de viaje.
Referencias
Basulto J, Manera M, Baladia E, Miserachs M, Rodríguez VM, Mielgo-Ayuso J, Amigó P, Blanquer M, Babio N, Revenga J, Costa A, Lucena-Lara M, Blanco E, Pardos C (Autores), Sauló A, Sotos M, Roca A (Revisores). ¿Cómo identificar un producto, un método o una dieta “milagro”? Noviembre de 2012 (actualizado: 12 diciembre de 2012). [Monografía en Internet]. [Citado XX de XX de 20XX]. Disponible en: http://fedn.es/docs/grep/docs/dietas_milagro.pdf