Revisión sobre consumo de fibra y salud

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El objetivo de esta pequeña revisión rápida de la literatura sobre fibra y salud, es resumir las principales evidencias y conclusiones sobre el consumo de fibra alimentaria y diferentes determinantes de salud

especialmente salud cardiovascular y enfermedades cardiovasculares como la diabetes; el cáncer, y la mortalidad general por cualquier causa.

En el artículo Fiber consumption and all‐cause, cardiovascular, and cancer mortalities: A systematic review and meta‐analysis of cohort studies, encontramos que, en comparación con aquellos que consumieron menos fibra, para las personas que consumieron más fibra, la tasa de mortalidad fue inferior en un 23% (HR, 0,77; IC del 95%, 0,72–0,81) para ECV, en un 17% (HR, 0,83; 95% IC, 0,74-0,91) para el cáncer, en un 23% (HR, 0,77; IC 95%, 0,73-0,81) para la mortalidad por todas las causas.

La fibra dietética y la mortalidad por enfermedad cardiovascular (ECV) mostraron una fuerte relación dosis-respuesta. Aparentemente, el consumo de fibra está asociado de manera inversa con la mortalidad por todas las causas y la enfermedad cardiovascular, y la enfermedad isquémica del corazón y la mortalidad por cáncer.

Evidencias convincentes demostraron que la ingesta de fibra dietética aporta muchos beneficios para la salud y se asocia de manera inversa con riesgo de enfermedad coronaria, muerte total y muerte por ECV, enfermedades infecciosas y enfermedades respiratorias.

Además, encontraron una relación dosis-respuesta entre el consumo de fibra y la reducción del riesgo. El conjunto de datos demostró que la tasa de mortalidad combinada era más baja en un 11% para la mortalidad por todas las causas por cada aumento de 10 g/día en la ingesta de fibra, en comparación con un riesgo 10% más bajo en la cohorte de investigación prospectiva europea sobre cáncer y nutrición, y se observó un riesgo un 9% menor en el estudio Zutphen, y un riesgo un 12 % y un 15% menor entre hombres y mujeres, respectivamente en la cohorte NIH-AARP.

También se sabe que la ingesta elevada de fibra mejora las concentraciones de lípidos y la función inmune, y reduce la absorción de glucosa y mejora la sensibilidad a la insulina. La fibra dietética puede disminuir la carga glucémica de los carbohidratos de la dieta rápidamente digeribles y absorbibles.

insulina

En otra revisión sistemática y metaanálisis de 2018 Dietary fiber intervention on gut microbiota composition in healthyadults: a systematic review and meta-analysis, se propuso evaluar el efecto de las intervenciones con fibra dietética sobre la composición de la microbiota intestinal en adultos sanos.

La microbiota intestinal es una comunidad altamente diversa y metabólicamente activa, que consiste en ∼3.9 × 1013 células microbianas. Estos microbios participan en varias funciones relacionadas con el huésped, incluida la fermentación de nutrientes no digeridos, la síntesis de vitaminas y la interacción con el sistema inmunológico. Varios trastornos, entre ellos el síndrome del intestino irritable y la diabetes mellitus tipo 2, se han relacionado con trastornos en la composición de la microbiota intestinal. Dicha asociación presenta la microbiota intestinal como un factor de riesgo potencialmente modificable en la etiología de estas condiciones.

La fibra dietética se define como carbohidratos no digeribles de ≥3 unidades monoméricas que se encuentran en los alimentos, y también incluye fibras aisladas o sintéticas con beneficios fisiológicos demostrados. Es un candidato clave para facilitar los cambios en la microbiota intestinal, ya que escapa a la digestión por parte del huésped en el intestino delgado para pasar al colon donde está disponible para la comunidad microbiana. La fibra dietética abarca una serie de compuestos heterogéneos cuyas propiedades fisicoquímicas varían según su tamaño de partícula, estructura química, solubilidad, viscosidad y capacidad de fermentación.

Las fibras con características fermentables son sustratos para la población microbiana en el colon, que estimulan el crecimiento de organismos específicos y conducen a la producción de diversos metabolitos, incluido el SCFA. De hecho, algunas fibras pueden clasificarse además como «prebióticas» (por ejemplo, fructanos) si se ha demostrado que se utilizan de forma selectiva por los microorganismos anfitriones y que confieren un beneficio para la salud.

La evidencia actual sobre el efecto de la fibra dietética en la microbiota intestinal se conforma mediante intervenciones específicas de fibra prebiótica, intervenciones de dieta completa y asociaciones transversales. Sin embargo, estas investigaciones están limitadas porque las fibras prebióticas representan solo un subconjunto de la fibra dietética total, y los factores de confusión como los estados de enfermedad y la ingesta de otros sustratos fermentables no se tienen en cuenta en los estudios de dieta completa y estudios transversales. Por lo tanto, existe una brecha en el conocimiento sobre el impacto preciso de la intervención de fibra dietética en la microbiota intestinal en sujetos sanos, y este es el enfoque de esta revisión sistemática.

En esta revisión sistemática y metanálisis encontraron que la intervención de fibra dietética no tuvo ningún efecto sobre la diversidad de la microbiota intestinal pero que incrementó la abundancia de Bifidobacterium and Lactobacillusspp, así como la concentración de butirato fecal en adultos sanos. La falta de efecto sobre la diversidad α de la microbiota intestinal encontrada en esta revisión es similar a otras intervenciones dietéticas documentadas en la literatura. Por ejemplo, los estudios de alimentación controlada que duraron de 4 días a 3 semanas encontraron que, a pesar de los cambios significativos en la ingesta de fibra, no hubo efecto en la diversidad microbiana.

Estos hallazgos sugieren que las intervenciones dietéticas a corto plazo son improbables para facilitar cambios en la diversidad α de la microbiota intestinal.

Estos hallazgos nulos están en contraste con los hallazgos de los estudios observacionales que reportan una correlación entre la ingesta de fibra en la dieta habitual y la diversidad de la microbiota intestinal, por ejemplo, estudios comparativos de hábitos alimentarios eminentemente agrarios con poblaciones occidentales. Curiosamente, también se ha informado una correlación positiva entre la diversidad de la dieta y la diversidad de la microbiota.

La mayor concentración fecal de butirato después de la intervención de fibra resalta la capacidad de la fibra dietética para modificar de manera beneficiosa los resultados metabólicos de la microbiota intestinal. Esto es probable debido a las interacciones cruzadas entre los productores de butirato y las especies de Bifidobacterium o Lactobacillus, que son productores notables de lacato y acetato.

Como la fuente de energía preferida para las células epiteliales colónicas, el butirato, es un producto microbiano que es de particular relevancia para la salud del huésped, presenta un amplio espectro de efectos positivos, como la inhibición de la carcinogénesis colónica y la mejora de la inflamación de la mucosa.

Este estudio es la primera revisión sistemática y metaanálisis para evaluar el efecto de la intervención de fibra dietética sobre la composición de la microbiota intestinal. Las principales fortalezas de este estudio incluyen su diseño robusto, estrategias de búsqueda integrales y el uso de 2 revisores independientes.

Muchos de los beneficios del consumo de fibra, se han relacionado con la salud intestinal.

En otra revisión sistemática sobre la diverticulitis aguda no complicada, que se caracteriza por la inflamación aguda y/o infección de divertículos en la pared colónica, señalan que aunque el grueso de evidencia actual es pequeño y de baja calidad para el manejo dietético de la diverticulitis aguda no complicada, se recomienda encarecidamente una dieta alta en fibra dietética, que cumpla con las recomendaciones de nutrientes individuales, con o sin suplementos dietéticos de fibra, después de que el episodio agudo se haya resuelto. Como esto se basa en la evidencia disponible que es de mala calidad, las recomendaciones pueden cambiar con la disponibilidad de nueva evidencia de mayor calidad, que es muy necesaria para informar mejor la práctica.

Los cereales integrales o cereales de grano entero, aportan una de las principales fuentes dietéticas de fibra, por lo que consideramos interesante incluir la revisión de 2015, Cereales de grano completo y beneficios sanitarios.

Está en castellano y se puede acceder al artículo completo. En ella, recomiendan un consumo de al menos 3 raciones al día de cereales integrales para gozar de los beneficios que se han evidenciado sobre el consumo de fibra y estos alimentos sobre la salud humana.

En cuanto a la protección frente al cáncer. Citan una revisión de 40 estudios que  pone de relieve una reducción en el riesgo de padecimiento de cáncer gastrointestinal de un 21-43% en individuos con alto consumo de cereales de grano completo. Por otra parte, un metaanálisis ha puesto de relieve que el consumo de alimentos con bajo índice y carga glucémicos, incluyendo los cereales de grano completo, se asocia con un menor riesgo de padecimiento de cáncer colorrectal, pancreático, de endometrio y de mama. También se ha encontrado una protección frente al riesgo de sufrir cáncer colorrectal, pólipos y otros cánceres de tracto gastrointestinal, asociada al consumo de cereales de grano completo.

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Esperamos haber resumido algunas buenas justificaciones para la recomendación que establecemos al aconsejar sustituir el consumo de cereales, por cereales integrales o de grano entero.

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