Recomendaciones de Actividad Física de la OMS (2020)

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El pasado 25 de Noviembre, desde la Organización Mundial de la Salud, lanzaban una nota de prensa con el siguiente titular: Se podrían evitar hasta 5 millones de muertes al año si la población mundial fuera más activa.

En el libro hábitos saludables, ya hablamos de las recomendaciones de actividad física que propuso la OMS allá por 2010, así como que en líneas generales, efectivamente somos una población bastante sedentaria, y que todavía podríamos mejorar mucho más los beneficios derivados de la actividad física, si no solamente nos limitáramos a cumplir las recomendaciones, sino que las superásemos. Por supuesto incluyendo tanto ejercicios de fuerza y potencia, como de resistencia y flexibilidad. Así como actividades lúdicas y nuestros deportes favoritos, para aumentar la adherencia a los programas de actividad física y al entrenamiento deportivo.

En línea con las evidencias publicadas en los últimos años que han estudiado el impacto de las dosis y niveles de actividad física, el lema que acompaña a estas nuevas recomendaciones mundiales es: ‘cada movimiento cuenta’. Estas son las tres palabras que las resumen y que, como señala el Dr. Francisco Ortega, lo importante que quieren recalcar es que «toda la actividad física, independientemente de su intensidad o del tiempo, cuenta, tiene un efecto positivo». Lo que viene a decirnos la OMS, en palabras del Dr. Ortega, es que «puesto que todo cuenta, seamos activos, todo el mundo, en todos los sitios y todos los días», como podemos leer en la página del CONSEJO-COLEF.

La OMS recuerda, que para mayores de 65 años, es especialmente importante añadir actividades que involucren el equilibrio, la coordinación, la fuerza y potencia para prevenir caídas y mantener y mejorar (o evitar que se deteriore) la salud: esto es, recomiendan un entrenamiento multicomponente.

actividad física tercera edad

Una vez más, como también apuntamos en el libro de hábitos saludables, la OMS advierte de los riesgos del sedentarismo para procurar paliar la preocupante tendencia del aumento de este peligroso factor de riesgo cardiovascular. No se conforman con apuntar y recalcar los beneficios de la actividad física, que por numerosos (prácticamente inmunerables, especialmente si contamos con aquellos beneficios que todavía están por descubrir), sino que ahondan en los riesgos inherentes al sedentarismo. El movimiento tiene un papel fundamental en nuestra salud, previene de los riesgos asociados a la falta de actividad física: incapacidad, enfermedad, dolor y malestar… En definitiva: ¡Ser sedentario, no es una opción!

Esperamos que estas directrices impulsen cambios para facilitar e instaurar políticas que impliquen a la población a realizar más y mejor actividad física. Y a abrazar un estilo de vida, si cabe, más saludable. Evidentemente, nosotros como profesionales de la actividad física y el deporte, haremos nuestra parte, pero no es suficiente si queremos mejorar de verdad la calidad de vida de la población. Hace falta mucho más. Y especialmente, compromiso por parte de legisladores y políticos, que hagan cumplir y faciliten estas recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud.

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