Oligoelementos, elementos traza y salud cardiovascular

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Los elementos traza son aquellos que se encuentran en nuestro organismo en proporción menor a 0.01%.

Su proporción en nuestro organismo guarda un margen estrecho para que no aparezcan patologías por deficiencias, ni por exceso.

Veamos algunos de estos elementos traza que guardan relación con nuestra salud cardiovascular (1):

El cobre se ha visto que es deficitario en tejido cardiaco y leucocitos de pacientes con cardiopatía isquémica. Además, la deficiencia de cobre se asocia con dislipemias, alteraciones de la presión arterial, y del metabolismo de hidratos de carbono.

El hierro interviene en reacciones redox, transporte respiratorio de oxígeno y dióxido de carbono, para el desarrollo de la función cerebral normal, y tiene un papel inmunitario entre otras funciones (2). Pero su concentración aumentada, aumenta el riesgo cardiovascular de padecer un infarto agudo de miocardio, así como una evolución precoz del proceso aterosclerótico.

 

El yodo es otro elemento traza u oligoelemento que afecta a la salud cardiovascular. Dos de las patologías más comunes son el hipotiroidismo y el hipertiroidismo.

 

En cuanto al zinc, se ha visto redicido en algunos pacientes de diabetes, insuficiencia cardiaca, hipertrigliceridemia o resistencia a la insulina.

 

El selenio es un antioxidante, pero todavía no se conoce la ingesta más adecuada para la prevención de enfermedad cardiovascular (1).

¿Pueden los elementos traza llegar a causar toxicidad?

Dejamos atrás los oligoelementos para hablar de elementos traza tóxicos. Estos no son necesarios para la nutrición humana, pero al presentarse en el ambiente y en algunos alimentos, hacen que aumente la toxicidad y por tanto el riesgo cardiovascular.

Entre ellos se encuentra el arsénico, relacionado con la aterogénesis y es perjudicial para la tensión arterial, la diabetes, la enfermedad coronaria y cerebrovascular.

Las mayores fuentes de contaminación son aguas contaminadas o la contaminación atmosférica.

El plomo también afecta a la hipertensión arterial, así como a los riñones, y al sistema cardiovascular. También puede promover la aterosclerosis.

 

El mercurio es otro metal pesado peligroso para la salud, sobre todo en embarazadas por los problemas neurológicos que puede causar al desarrollo fetal.

Los pescados contaminados como el pez espada, u otros grandes peces que bio-acumulan el mercurio de peces más pequeños son las fuentes alimentarias más comunes de toxicidad por mercurio. A nivel cardiovascular se cree que puede aumentar el estrés oxidativo, aumentando el riesgo de aterosclerosis.

El cadmio es otro elemento traza que aumenta el riesgo de aterosclerosis. Las principales fuentes de contaminación son el tabaco, la contaminación atmosférica, y algunos alimentos.

 

Resumiendo

 

Para concluir, señalar que hay muchos oligoelementos y/o elementos traza que pueden aumentar el riesgo cardiovascular. Aunque muchos mecanismos de acción todavía no se conocen, parece ser que los desequilibrios en los procesos de oxidación y reducción son los que desencadenan el aumento del riesgo cardiovascular (1).

 

Bibliografía

 

  1. Donaire García J. A., Martell Claros N., Abad Cardiel M. Elementos traza y riesgo cardiovascular. In: Avances en Alimentación Nutrición y Dietética. Punto Didot; 2013.
  2. Soriano del Castillo J M. Nutrición Básica Humana. Valencia: PUV; 2006. 421 p.

 

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